lundi 13 avril 2009

Hermanos de sombra

Por Fernando Iwasaki Cauti


Ricardo Sumalavia proviene del relato y por eso ha desplegado las técnicas de la narrativa breve en su primera novela, pues las historias que se imbrican a lo largo del libro no siguen un plan maestro, ni desembocan en un final común, ni están pobladas por las mismas criaturas. Se trata, en todo caso, de varias historias –por lo menos tres- donde un hermano siempre está buscando a otro hermano desaparecido. La trama prostibularia de uno de los hilos de la novela funciona como metáfora de la pesquisa literaria de los otros dos, que al fin y al cabo forman parte de una misma madeja. Después de todo, ciertos ambientes novelescos tienen mucho en común con el negocio de la entrepierna y no hay criatura de un burdel (madame, fulana o cliente) que no atesore una buena novela.
Sumalavia concibe cada uno de sus capítulos como miniaturas narrativas, piezas perfectas y redondas que muchas veces son más interesantes en sí mismas que el conjunto de todos los capítulos. No estamos ante una novela experimental, aunque sí es un experimento de Ricardo Sumalavia. Como lector de relatos considero que cada una de las historias funciona por su cuenta, mas como lector de novelas habría deseado que todo hubiera encajado al final, pues al desenredar la madeja me quedé con tres hilos deshermanados, como los protagonistas de Que la tierra te sea leve.
En: Revista Renacimiento
Número 61-62 2º Semestre 2008
Sevilla