mercredi 11 février 2009

La unidad y el caos

José Belmonte Serrano
Diario La Verdad
Murcia

¿Alguien había pensado en serio que la literatura hispanoamericana se había ido definitivamente al traste? ¿De nada ha servido el magisterio de esos autores que en su día merecieron los más encendidos elogios? Hablamos, entre otros, de Julio Cortázar, Juan Carlos Onetti, García Márquez o Vargas Llosa. En un libro publicado a principios de los años setenta, Historia personal del Boom, su autor, el chileno José Donoso, en su capítulo final hablaba de todo lo que quedará con el paso del tiempo, cuando sean sometidas a un análisis más detenido y riguroso esas obras consideradas, acaso con cierta precipitación, como maestras. Y se refiere, asimismo, no sin cierta preocupación, a lo que él denomina “cosas nuevas”. O lo que es lo mismo: ¿habrá autores que en los años futuros, es decir, ya en siglo XXI, sean capaces de continuar esa explosión de creatividad en el mundo de la narrativa?
La respuesta tiene ya algunos nombres que podríamos calificar de paradigmáticos. Algunos de ellos han obtenido importantes galardones, como el Herralde de novela. Entre esos nombres cabe citar el del peruano Ricardo Sumalavia (Lima, 1968), quien se inició en el mundo de la narrativa con algunos libros de cuentos, acogidos muy favorablemente por la crítica más exigente. Hace ahora su primera incursión por el mundo de la novela. Y nos ofrece un título que nos resulta muy evocador, incluso enigmático: Que la tierra te sea leve. Para empezar, se trata de una obra ambiciosa, de gran complejidad, dirigida a un lector hecho y derecho, exigente y con experiencia en estas labores. Un relato en donde la ficción, pura y dura, se mezcla sabiamente con la memoria y la autobiografía. Un relato intenso, profundo, sugerente en el que se aborda de manera valiente asuntos como la fealdad, el desarraigo, el desamor y el exilio interior. Y, junto a ello, fluye, como un río silencioso, todo lo referente a la metaficción. La novela dentro de la novela. O, si se prefiere, los misterios dela creación literaria. “Por más que trato de impedirlo -asegura uno de los narradores de la obra-, todos mis recuerdos continúan fundiéndose entre sí, se van haciendo uno (…) Que el caos me dé la unidad si ésta existe”. Una novela madura, escrita impecablemente y que a nadie deja impasible.

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